Quiero gritar, quiero irme de esta ciudad, alejarme de absolutamente todo, hay un punto en el que ya me doy cuenta de todo lo que he guardado, y es cuando quiero explotar, cuando quiero irme más allá, cuando no quiero ni la mas mínima persona a mi alrededor, cuando cualquier persona se me vuelve un estorbo, cuando comienzo a odiarme, cuando quiero cambiar mi vida, quiero mandar todo y a todos a la mierda, cuando dejo de pensar en mi, cuando las locuras y mis locos amores se desvanecen. Y solo ahi me doy cuenta o simplemente me declaro culpable, culpable de no tener lo que quiero, culpable de dejar ir lo que solía pertenecerme, culpable de no esforzarme, culpable de rogarle a quienes no lo merecen, y culpable de yo misma buscar el fondo.
En estos puntos la diversidad me asusta, asi que prefiero los extremos, pero para ser sinceros no suelo expresar nada de esto, y hasta ahi lo dejo
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